En estos pensamientos estuvo inmerso hasta salir de la cafetería y subirse al coche para coger el enlace de la AP9 que le llevaría a Coruña. Por el camino intentó ordenar sus pensamientos, recordó como en Suevos, en plena carretera, habían aparecido dos cadáveres momificados con las marcas que ahora tenía Antía; marcas que, casualmente, coincidían con las marcas de Punta Langosteira. Esos cadáveres iban vestidos con un hábito que llevaba escrito "ultreia et suseia"...y las marcas que hoy había visto en la piedra de Breamo llevaban como "compañía" una cruz de Santiago, por lo que la relación aparecía de nuevo.
Estaba claro que tendría que volver a hablar con en Padre Gervasio, el párroco de la Iglesia de Santiago en Coruña, un hombre demasiado cabezota para callar lo que le pasaba por la cabeza; demasiado independiente para escuchar las órdenes de silencio sepulcral que le llegaban desde el obispado compostelano y, sorprendentemente, demasiado "científico" para ser un cura. Así que Tristán lo tenía claro, lo primero que haría al llegar a su ciudad sería ir a la Ciudad Vieja, si el túnel de la Marina no estaba atascado por algún camión como ya era tradicional,y visitar a Gervasio para informarle de su hallazgo.
Era curioso, se sentía vivo al estar en estas lides, la sensación de melancolía que sentía al ser señalado por la calle como "friki oficial el reino" no había vuelto a el mientras estaba de visita por el hallazgo de Breamo, Simplemente era un aficionado a la historia y a los hechos raros que quería respuestas, no era un "encontrador de aliens" ni nada parecido; e iba dispuesto a descubrir qué demonios pasaba con las marcas de las cinco rayas cruzadas. Esas marcas que implicaron su salida de todo el "Grupo Eco", esas marcas que hicieron que los medios lo convirtieran en un paria, esas marcas que hicieron que (decían algunos rumores) determinadas esferas ordenaran ambas cosas...esas marcas que lo aislaron de todo parecía que eran las mismas que le daban vida. Estos pensamientos hicieron que en su boca se dibujase una sonrisa, tras lo cual pensó para sus adentros "estoy volviendo", y eso mismo comunicó mientras cometía una imprudencia conduciendo, cogió su móvil y escribió en un whatsapp:
" Estoy volviendo"
Lo envió y siguió su recorrido por la AP9, una nueva charla con Gervasio le esperaba, y esta vez Gerva no contaba con el.