domingo, 5 de febrero de 2017

Ciudad Vieja

No era sencillo últimamente entrar en la Ciudad Vieja coruñesa; decisiones de múltiples administraciones locales y guerras políticas de distintas administraciones hicieron que ni la peatonalización de la Marina ni el uso de túneles fuese sencillo, nuevamente la cabezonería de muchos afectaba a unos pocos, muy hispánico todo. Así, tras un hermoso recorrido de avenidas y túneles, Tristán aparcó al lado de la Torre de Control Marítimo en el dique de abrigo y se dirigió rápido al encuentro del Padre Gervasio.

Mientras iba en camino pasó al lado de los jardines de San Carlos, donde recordó con alegría las risas que había compartido viendo la premiada frondosidad de sus jardines, e igualmente recordó una de sus primeras apariciones en los medios de misterio nacionales.

Hace unos cuatro años un joven estudiante del colegio Dominicos, situado al lado del jardín de San Carlos, defendía que un súcubo le atacaba cada noche, y que le perseguía cada mañana apareciendose en la calle de Santo Domingo haciéndole imposible la vida. Aparecieron múltiples expertos comentando el hecho; defendiendo que en las instalaciones militares situadas junto al colegio habían ajusticiado a un grupo de presuntas meigas hacía siglos y que no eran súcubos, sino los espíritus de estas meigas los que atacaban al joven estudiante por la noche para "robarle su semilla" y que eran, igualmente, esos espíritus los que le perseguían en su camino a la escuela; defendían que era un claro caso e incluso llegó a protagonizar este chico programas especiales en las radios y televisiones del, ahora odiado por Tristán, "Grupo Eco".

Esos hechos en el "Grupo Eco" hicieron que Tristán empezase a interesarse por el suceso, por ver si el chaval decía algo real o era simplemente una creación de su vivísima imaginación adolescente; y ello hizo que se reuniera con el. Reunión, todo sea dicho, que fue decepcionante para Tristán, reunión que hizo que entrara en ese mundo por la puerta grande, y reunión que hizo que algunos del grupo Eco lo empezaran a tener "cruzado". Lo curioso es que la maldita reunión duró 10 minutos, 5 de ellos hablando con la madre del chaval...y otros 5 para confirmar que el chico en cuestión era un gran consumidor y distribuidor de marihuana.... La explicación al ataque del súcubo era facilmente explicable, valga la redundancia; brutales fumadas nocturnas...y brutales fumadas diurnas que hacían que confundiese a una "clienta" de aspecto gótico con el "súcubo acosador". Deprimente explicación, pero le sirvió para entrar en el mundo que le ha marcado.

En estos pensamientos sobre el "Súcubo de la Ciudad Vieja" estaba Tristán cuando llegó al cruce del Paseo del Parrote con la calle del Parrote, desde donde siguió esa calle hasta llegar a la entrada de la Iglesia de Santa María y Santiago, donde era el "mandamás" el Padre Gervasio. Tristán entró y caminó por su piso de madera camino a la sacristía, y cuando iba a dar unos golpes en la puerta de la misma escuchó:


- Pasa Tristán, a mi también me han llamado para hablar de las marcas de Breamo -  dijo el Padre Gervasio-.


Tristán estaba de suerte, Gervasio ya estaba al tanto, sería más fácil poner cosas en común para volver a empezar con las piedras, las marcas y la relación jacobea de todo.




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